martes, 3 de diciembre de 2013

Nº 5 de Poesía para llevar

Antón Castro (Arteixo, A Coruña, 1959)



LA BELLEZA
                                                                    A Ángel Guinda

 C
uántas veces me pregunto cómo se escribe un bello poema. ¿Con palabras, con ideas, con las formas apacibles de la música? A veces, cuando se instala la noche en las higueras y en los setos, miro el cielo: parece una trama oscura de enigmas, un campo de estrellas y de nubes informes. A lo lejos veo algunas luces, a lo lejos se oyen los zumbidos de la aviación; cerca, como un faro inesperado, se alza un depósito de aguas que tiene algo de tótem. Me siento ante el ordenador y observo un instante a través de la ventana. Busco palabras. Busco sensaciones precisas, metáforas, el estremecimiento del cierzo en el nogal. Busco los pájaros desvelados que cantan. Apago la luz y me quedo ante la pantalla vacía. Miro y miro afuera: el muro de setos, el guindo, el velador bajo los pinos. Miro y miro, y no se me ocurre nada.

Antes de cerrar el ordenador, me he vuelto a preguntar:
¿cómo se escribirá un bello poema? ¿Será cierto que te lo dicta la noche cuando menos lo esperas?


       Vivir del aire, 2010





“Antón Castro vive en nuestro pueblo, Garrapinillos.
Nos ha gustado leer este poema en prosa, que habla de la inspiración y de cómo la busca en todo lo que le rodea.

¡Qué ilusión! Nos habla de ambientes familiares para nosotros (el ruido de los aviones de la base aérea, el muro de setos del parque, las higueras, el depósito del agua, el cierzo...).

Nos ha sorprendido su sinceridad: hay que esforzarse en mirar alrededor y tener paciencia.
¡Pero al final escribió el poema!”

(Alumnos de 1º ESO,
IES Pedro Cerrada - Utebo)

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