miércoles, 19 de diciembre de 2012

Disponible en la biblioteca el número especial de Poesía para llevar

En la biblioteca ya se puede consultar y disfrutar el número especial de Poesía para llevar, en este caso dedicado al consumismo. Nuestro instituto propuso un poema de Raúl Vacas, que esperamos os guste tanto como los demás del número especial. No os perdáis el originalísimo poema visual que aparece en la portada.
Que la poesía os acompañe...

Sexta entrega de Poesía para llevar


TERCERA ENSEÑANZA
Isabel Pérez Montalbán (Córdoba, 1964)

Materias que no enseñan en la escuela:
Tener mucha paciencia. Cuidar la duna móvil
y el barro ajardinado de los días.
Beber el llanto seco. Comer óxido y pan.
Conducirse en los tanques del domingo violento.
Desvestirse con prisa. Cerrar con fuerza el grifo
caliente del deseo. Contener toda náusea.
Leer a los suicidas, a los supervivientes
boreales del gulag, del holocausto.
Mirar lo que soñé en la distancia:
una casa en la playa hoy en ruinas,
guarida de las ratas y los yonkis.
No confundir molinos con gigantes.
Familia significa las voces de un pastor
que agrupa a su rebaño. Y también
perderse en lo nocturno por el monte,
pasar miedo, soltarse de la cuerda
colgada a un precipicio de abandono.
De memoria aprenderse y después olvidarse.


(Un cadáver lleno de mundo, 2010)



Isabel Pérez Montalbán es una de las voces más destacadas, y con mayor personalidad, de la poesía de la conciencia desarrollada en España.


Su último libro Un cadáver lleno de mundo, título proveniente de un verso de César Vallejo, le valió el XVII Premio Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina”. Se trata de un recorrido biográfico-literario que recoge toda una conciencia política y social que denuncia las injusticias del sistema, que clama su indignación y proclama la herida de los pobres, el frío del proletario.


Además de este libro ha publicado los poemarios No es precisa la muerte (1992), Pueblo nómada (1995), Fuegos japoneses en la bahía (1996), Puente levadizo (1996), Cartas de amor de un comunista (2000), Los muertos nómadas (2001), De la nieve embrionaria (2002), El frío proletario (2002), La autonomía térmica de los pingüinos (2005), Siberia propia (2007), Animal ma non troppo (2009) y Oveja negra casi blanca (2010).



Departamento de Lengua castellana y Literatura
IES La Llitera
Tamarite de Litera

Quinta entrega de Poesía para llevar, propuesta por nuestro instituto

 
ÚLTIMA MIRADA A LA ISLA DE KIRRIN
Jesús Jiménez Domínguez (Zaragoza, 1970 -)

Vivir consiste en ir perdiendo cosas:
El timón del aire en los cabellos, los amores,
Los recuerdos, los remos en los días felices.
Al decirles adiós con la mano dejamos
En el aire la cáscara de la despedida,
Vemos pasar sin nadie las bicicletas
Camino del óxido, ardiendo sin sonido.
Otros inviernos han cegado las linternas,
Apagado los prismáticos y nos hallamos más lejos.
La cerveza de jengibre la bebió el sol del ocaso
Y el pastel de carne, como a la infancia,
Se lo han comido las moscas.


CANCIÓN NÓMADA
Jesús Jiménez Domínguez (Zaragoza, 1970 -)

El que lee las dunas escribe con los pies en la arena:
El hombre que está solo no está en ningún sitio.
Un reino no es una bandera
Sino el viento que mueve la bandera.
La lentitud tiene un único atajo
Y en él desaparezco.
No voy hacia ningún lugar:
es el lugar quien viene conmigo.

(Fundido en negro, 2007)




Jesús Jiménez Domínguez (Zaragoza, 1970).

Autor de los libros de poesía como Diario de la anemia/Fermentaciones (Olifante, Zaragoza, 2000), Fundido en negro (DVD, Barcelona, 2007, Premio Hermanos Argensola) y Frecuencias (Visor, Madrid, 2012, Premio Ciudad de Burgos).

También aparece recopilado en Campo abierto: antología del poema en prosa en España, 1990-2005 (DVD, Barcelona, 2005, ed. de Marta Agudo y Carlos Jiménez Arribas), Los chicos están bien: poesía última (Olifante, Zaragoza, 2007, ed. de Manuel Vilas), Palabras sobre palabras: 13 poetas jóvenes de España (Santiago Inédito, Santiago de Chile, 2010, ed. de Julio Espinosa Guerra), Winnipeg: poesía chileno española contemporánea (Santiago Inédito, Santiago de Chile, 2011) y Quien lo probó lo sabe: 36 poetas para el tercer milenio (Letra Última, Zaragoza, 2012, ed. de Luis Bagué).

Sus poemas han sido traducidos al portugués.



Departamento de Lengua castellana y Literatura
IES Hermanos Argensola
Barbastro

jueves, 29 de noviembre de 2012

Cuarta entrega de Poesía para llevar


EL TEMOR Y EL VALOR DE VIVIR

Y DE MORIR

Blas de Otero (Bilbao, 1916-Madrid, 1979)

 

No sé por qué avenida

movida por el viento de noviembre

rodeando

plazas como sogas de ahorcado

junto a un muro con trozos de carteles

húmedos

era en la noche de tu muerte

Paul Eluard[1]

y hasta los diarios más reaccionarios

ponían cara de circunstancias

como cuando de repente baja la Bolsa

y yo iba solo no sé por qué avenida

envuelta en la niebla de noviembre

y rayé con una tiza el muro de mi hastío

como una pizarra de escolar

y volví a recomenzar mi vida

por el poder de una palabra

escrita en silencio.

 

Libertad.

          

 

                                                                                  (Que trata de España, 1964)



[1] Paul Éluard (1895-1952) fue un poeta francés que cultivó el dadaísmo y el surrealismo.
 
 
 
 
 
 
El escritor vasco Blas de Otero es uno de los poetas más relevantes en el panorama de la poesía contemporánea española. En su trayectoria poética se aprecia una evolución que le lleva del olvido de sí mismo a perderse en el mar del “nosotros”.

La “Poética” de Blas de Otero se resume en estos versos: “Escribo / hablando”. Desarrolla su concepto sobre la poesía en el texto “Poesía y palabra”: "Sabido es que hay dos tipos de escritura, la hablada y la libresca. Si no se debe escribir como se habla, tampoco resulta conveniente escribir como no se habla". Y si Blas de Otero elige palabras y expresiones de la gente común para hacer patente su “compromiso social” con la mayoría, lo hace porque está convencido de la fuerza creadora que comportan (Fernando Carratalá Teruel, “La obra poética de Blas de Otero, Verba hispánica, n.º 14, 2006).

El profesor Alarcos Llorach resume de manera magistral cuáles eran la función y la labor del poeta para Blas de Otero: “de sumergimiento en la inmensa mayoría, de poner el dedo en las llagas que padece y sufrirlas con ella, de manera que así despierte y comience a levantar las ruinas ‹…›. La obra de Otero es, pues, una tarea de por vida, de despertador de la conciencia humana, de apelación a la íntima verdad.

La poesía de Blas de Otero, Madrid, ediciones Anaya, 1973

 

Y nunca más que ahora es necesario despertar conciencias, superar el hastío que envuelve nuestra existencia y luchar para recobrar la libertad.

 

 

 

Departamento de Lengua castellana y Literatura

IES Sierra de San Quílez

Binéfar
 

Relatos ganadores del concurso de microrrelatos de terror

Ganadora de la categoría 1º-2º de ESO



Mirada invisible

La oscuridad me rodea y siento sus pupilas clavadas en mí.  Enciendo la luz, pero no hay nadie en la habitación. Él cree que no puedo verle y me vigila. Yo le noto. Percibo que está allí, que controla mis movimientos, que cambia de lugar mis cosas.  Camina detrás de mí, como una sombra invisible. Quizás es porque le maté, pero le odiaba. No podía hacer otra cosa.  Sigue allí, pero no se mueve. Su mirada me intimida, me hace sentir culpable. Quiero que me deje en paz, que no me siga torturando con su presencia invisible.  Me escondo bajo las sabanas, aunque sé que él seguirá allí, que no dejará de atormentarme mientras siga viviendo.  Me quedo completamente quieto y contengo la respiración, para que piense que he desaparecido, que por fin ha cumplido su propósito. El tiempo pasa muy lentamente. Se me clava en los oídos. Y yo sigo allí, intentando desaparecer.

Pero sigo notando su mirada, que me congela. Escucho mi nombre en un susurro y un escalofrío me recorre de pies a cabeza. Y en esos ojos invisibles tan gélidos, noto el brillo de la muerte.   


Laura López López, 2ºF







Ganadora de la categoría 3º-4º de ESO




Acababan de revelar las fotos y se abalanzaron sobre la número catorce, la que se habían sacado el último día de vacaciones en el puente. No habían mentido, todos habían salido bien, todos menos Manuela, salía borrosa pero sonreía, sujetando a sus espaldas el ramo, el que acababan de lanzar en memoria suya.



Sabina Moreu Baldellou  3ºE





Ganadora de la categoría Bachillerato-Ciclos




Ya llegaba tarde;  las ocho y cuarenta. En 10 minutos tenía que hacer lo que normalmente hacía en 20. Se pondría bueno su jefe, pero es que el insomnio que tenía últimamente le estaba jugando malas pasadas. Cruzó la avenida a toda prisa. ¡Dios, dichoso tráfico, esa maldita calle siempre estaba igual, fuera la hora que fuera!

 Ya iba a girar la esquina cuando vio el bullicio de gente que se agolpaba junto a un camión parado en medio de la calzada que acababa de cruzar. ¿Un accidente? Ni siquiera se había enterado, así de absorta iba. A pesar de la hora no pudo evitar retroceder unos metros para ver qué es lo que pasaba. La curiosidad siempre fue una de sus debilidades. Un señor un tanto obeso, secándose el sudor de la frente,  se disculpaba  relatando lo ocurrido.  Un accidente mortal- dijeron. Se estiró un poco y pudo ver, por encima del gentío, un cuerpo desmadejado y retorcido tendido en el suelo.  Vestía  un abrigo gris de punto y un gorro de lana morada  teñido de rojo por la sangre. ¿La conoceré?- se preguntó. Quizás; ese barrio no era muy grande, pero ahora no podía perder más tiempo.

Echó a andar a toda prisa y volvió a mirar su reloj. Habría perdido cinco minutos más pero el reloj no había avanzado. ¡Vaya! Sólo  faltaba que se estropeara el dichoso reloj. Al menos, ya tengo excusa en el trabajo-pensó sonriendo.  Se relajó respirando profundamente y decidió pararse, como cada mañana, en el espejo que se encontraba a la entrada de los grandes almacenes.

 Fue entonces cuando sintió un viento helado que  erizó su piel.  Se miró  en el espejo y,  horrorizada, se dio cuenta de que llevaba puesto el mismo abrigo gris de punto y el  gorro de lana morada que acababa de ver  en la mujer del accidente. Giró un poco la cabeza y el pánico la sacudió al ver la sangre que empapaba su pelo.  De pronto recordó y supo que el mundo se había parado en el mismo momento en que aquel camión la había atropellado.


Susana Gavilán García  Ciclo Formativo Superior

martes, 27 de noviembre de 2012

Semana del Terror - 2012 - Ganadores (¡Y SUS FOTOS!) de los concursos


CONCURSO DE CARTELES
IV SEMANA DEL TERROR

GANADORA: ALBA MAZANA 1º C
ACCÉSIT: BERTA ANDREU 1º F


II CONCURSO DE MICRORRELATOS DE TERROR

GANADORA 1º-2º ESO
LAURA LÓPEZ LÓPEZ  2ºF

GANADORA 3º 4º ESO
SABINA MOREU BALDELLOU  3ºE

GANADORA BACHILLER- C. FORMATIVOS
SUSANA GAVILÁN GARCÍA C.F. SUPERIOR



30 DE OCTUBRE DE 2012

BIBLIOTECA ESCOLAR IES HNOS. ARGENSOLA









jueves, 22 de noviembre de 2012

Tercera entrega de Poesía para llevar


MÁS ALLÁ

Matteo Zambrini (Faenza, 1978 -)

No visites 
las estancias secretas del mar
En el mismo mar
perderías la razón

Conténtate con los murmullos de las conchas
y el vaivén de las olas

Solo allí reside la felicidad.


(Altrove, 2009)

 

 

 

Texto original en italiano:

 

ALTROVE

Non visitare

Le stanze segrete del mare 

Nel mare stesso

La ragione perderesti

 

Contentai di mormorii di conchiglie

E giochi di correnti

 

Non oltre risiede la felicità 


Matteo Zambrini es un joven poeta italiano que estudia Antropología y Ciencias de las Religiones. Muestra interés por la música, la poesía y el esoterismo. Ha publicado varios poemarios que han sido recogidos en varias antologías. El primero de los que ha escrito lleva por título Altrove y vio la luz el año 2009.

Su lírica recoge aspectos comunes a nuestras vidas cotidianas como el trascurso del tiempo, las relaciones humanas, el vínculo con el medio vital o el legado ético de la conciencia.

 

Este poeta crea una poesía rica en imágenes naturales sugeridas a modo de pensamientos humanos. En el presente poema el consejo adquiere forma de aforismo dirigido a un tú lírico con el que podríamos identificarnos cualquiera de nosotros. El tema remite a la idea de felicidad, que Zambrini vincula a la capacidad del ser humano de adaptarse al medio vital y acotar el horizonte de expectativas individual.