En España, los servicios militares implantados a partir de la Regencia posterior a la muerte de Fernando VII se encontraron con problemas de aceptación social. El Servicio Militar fue abolido en 2001.
El servicio militar era de doce años: tres en activo, otros tres en la primera reserva y seis más en la segunda que muchas veces se convertían nuevamente en servicio activo.
Soldados españoles en la Cuba
Para no cumplir el servicio militar existía la redención (el pago al estado del dinero establecido por la ley, era de seis mil reales) que era injusta ya que solo los ricos eran capaces de pagar esas cantidades y resultaba en la utilización de soldados de las clases sociales bajas para la defensa de la patria; o la obtención de un preceptivo reconocimiento médico como que no podía ejercer el servicio militar. Lo más común para no ir al servicio era hacerse prófugo, pero también algunos se mutilaban.
Todos deseaban que les tocara en el sorteo un numero bajo para librarse del servicio y tenían el temor de sacar un número tan alto que le mandara a las colonias, ya que allí moría muchos de los que iban, aunque se podía contratar a un sustituto para que fuera a las colonias; por lo tanto era mejor la península.
En 1898, año denominado como "el año del desastre", ya que Cuba y Filipinas se independizaron de España, a pesar de esto, supuso que no tuvieran que ir hombres a luchar a esas tierras.