lunes, 4 de enero de 2016

...ya llegan los Reyes


El camello cojito

El camello se pinchó 
con un cardo del camino 
y el mecánico Melchor 
le dio vino. 


Baltasar 
fue a... repostar, 
más allá del quinto pino... 
e intranquilo el gran Melchor 
consultaba su "Longinos". 

-¡No llegamos, 
no llegamos 
y el Santo Parto ha venido!. 
-Son las doce y tres minutos 
y tres reyes se han perdido. 

El camello cojeando, 
más medio muerto que vivo, 
va, despeluchando su felpa 
entre los troncos de olivos. 



Acercándose a Gaspar, 
Melchor le dijo al oído: 
-¡Vaya birria de camello 
que en Oriente te han vendido!. 
A la entrada de Belén 
al camello le dio hipo. 
¡Ay qué tristeza tan grande 
en su belfo y en su tipo! 
 
Se iba cayendo la mirra 
a lo largo del camino, 
Baltasar lleva los cofres, 
Melchor empujaba al bicho. 

Y a las tantas ya del alba 
-ya cantaban pajarillos- 
los tres reyes se quedaron 
boquiabiertos e indecisos, 
oyendo hablar como a un Hombre 
a un Niño recién nacido. 

-No quiero oro ni incienso 
ni estos tesoros tan fríos, 
quiero al camello, le quiero, 
le quiero -repitió el Niño. 

A pie vuelven los tres reyes 
cabizbajos y afligidos, 
mientras el camello echado, 
le hace cosquillas al Niño. 
 
Imágenes de María G. Martín


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