Se trata de un libro escrito en un lenguaje coloquial y juvenil, no tiene momentos de aburrimiento y es muy fácil de leer. Cabe destacar que tiene saltos constantes de lugar en un mismo tiempo ya que cada párrafo comienza con "Esa misma mañana de Marzo, en otro lugar de la ciudad..." u oraciones similares. Esto hace que la lectura sea ligera ya que no se estanca en ningún momento. Cada vez que cambia la situación, la trama es contada en primera persona desde cada uno de los personajes, por lo que es como un narrador omnisciente porque conoces los sentimientos y pensamientos de cada uno, pero en primera persona.
Las casi 700 páginas del libro hacen referencia solamente a una semana y a cómo se enreda todo en los días previos al cumpleaños de la protagonista. Esto hace que desde un primer momento estés interesado en la lectura.
Personalmente pienso que es como un cuento de hadas dónde todos son guapos, muy enamoradizos y sin ningún tipo de interés. Trata de ser simplemente una historia realista pero se aleja bastante de ese objetivo al pintarlo todo de color de rosa. En cuanto al final, no es el típico final feliz, pero, en mi opinión, queda demasiado abierto a una segunda edición. Estás toda la lectura esperando un final que resuelva las contrariedades que arrollan a los personajes pero éste no llega nunca, sino que lo deja todo abierto.
Es como la típica historia de amor, pero sin un posible final feliz. Contada de una forma peculiar y entretenida. No es un libro trascendental pero sí muy buen libro para pasar el rato y desconectar de la vida real mientras estás inmerso en sus páginas. No exige gran concentración ni en el ámbito del lenguaje ni en el de la trama en sí, por lo que nadie debería echarse atrás a la hora de empezarlo ya que en la segunda página ya estará cautivado por estos personajes con los que, además, es muy fácil identificarse.
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